Europa quiere restringir los pagos en efectivo y en criptomonedas
El dinero en efectivo y las criptomonedas como el bitcoin están en el punto de mira de la Comisión Europea en su lucha contra el blanqueo de dinero. El 27/01/2017 la Comisión hizo pública su hoja de ruta para restringir y controlar de cerca los pagos en efectivo, incluyendo el control de las transacciones con monedas virtuales como el bitcoin.
Europa presenta una hoja de ruta para restringir los pagos en efectivo y en criptomonedas
La hoja de ruta o "Inception Impact Assessment" tiene como objetivo informar a todas las partes implicadas en el control de la legalidad de las transacciones monetarias, como son los bancos centrales de cada país, las fuerzas del orden, las autoridades fiscales. La hoja de ruta describe que iniciativas tomas y enumera las metodologías a seguir para poder controlar las transacciones comerciales que se hagan en efectivo.
Citando la característica del anonimato de las transacciones en efectivo, la hoja de ruta establece que "tal anonimato también puede ser mal utilizado para el blanqueo de dinero y fines de financiación del terrorismo", añadiendo que las restricciones de pago en efectivo podría ser un medio para luchar contra las actividades criminales utilizando grandes transacciones en efectivo.
Entre las opciones que sugiere la Comisión estaría la obligación de realizar las transacciones a través de canales no anónimos y que siempre estén bajo control de la legislación vigente en la Unión Europea.
Por otra parte, una autoridad competente podría ser responsable de garantizar la transparencia de tales transacciones. Alternativamente, la declaración también puede ser realizada independientemente por todas las partes en los pagos. La Comisión también consideró el nivel del umbral de restricción y si debería haber un umbral único o umbrales variables basados en las competencias de compra de cada país.
Ampliación de las restricciones a las criptomonedas
Entre varios enfoques discutidos en la hoja de ruta una de las opciones que tiene en cuenta son las nuevas tecnologías como las criptomonedas entre las cuales se encuentra el bitcoin.
Los pagos con monedas virtuales presentan problemas diferentes a los pagos hechos en efectivo. La falta de una regulación en la Union Europea respecto a las monedas virtuales hacen que el control de sus transacciones sea muy difícil. Aunque estas transacciones son registradas en su sistema ( el blockchain en el caso del bitcoin) "no existe un mecanismo de notificación equivalente al que se encuentra en el sistema bancario dominante para identificar la actividad sospechosa", tal como explicó la Comisión.
La hoja de ruta sugiere:
Una opción podría ser extender las restricciones a los pagos en efectivo a todos los pagos que aseguren el anonimato (criptomonedas, etc.). Por otra parte, las restricciones a los pagos en efectivo podrían promover el desarrollo de tecnologías alternativas de pago compatibles con el objetivo del no anonimato.
En las enmiendas de la Directiva Anti-Blanqueo de Activos (AMLD) del mes de julio del 2016 se propone que se reduzca al máximo el anonimato de las transacciones con monedas virtuales tal como se está haciendo con las transacciones en efectivo.
Más controles de la UE sobre las criptomonedas
Desde el Febrero del 2016 cuando la Comisión publicó el "Plan de Acción para luchar contra la financiación del terrorismo", el como reducir y controlar el anonimato de las transacciones en monedas criptográficas ha sido uno de los puntos en que se han centrado sus esfuerzos. Desarrollando un plan basado en el Cuarto AMLD de la UE, que está previsto se implemente durante el presente año 2017.
La Comisión cree que "existe el riesgo de que las transferencias de divisas virtuales puedan ser utilizadas por organizaciones terroristas para ocultar las transferencias", por lo que se ha creído oportuno extender "el alcance del AMLD para incluir plataformas de intercambio de divisas virtuales".
A mediados del verano del 2016, la Comisión propuso definir "todos los guardianes que controlan el acceso a las monedas virtuales, en particular, las plataformas de intercambio y los proveedores de monederos" como entidades que deben monitorear y controlar cualquier transacción con monedas virtuales que pueda ser considera sospechosa de suponer un blanqueo de dinero o actividades ilícitas.
A principios de este año, la administración Juncker confirmó que la lucha contra el blanqueo de dinero y el financiamiento del terrorismo, entre las cuales se incluye las transacciones con criptomonedas, es una de sus principales prioridades.